La nueva normativa Euro 6e llega a Europa
Cuidar el medioambiente es un factor importante en la sociedad. Cada vez son más los conductores que se preocupan por las emisiones de sus coches. Por ello, la Unión Europea recopila una serie de medidas restrictivas en defensa de la calidad de los combustibles para disminuir la contaminación del aire que generan los vehículos. En concreto, la nueva normativa Euro 6e diferencia los límites de las emisiones de vehículos de gasolina y diésel. Este tipo de restricciones tiene como objetivo reducir el consumo del carburante, pues contribuye a incrementar el calentamiento global.
¿Qué es normativa Euro 6e y cuándo entra en vigor?
Desde 1988 se han ido creando normativas para reducir las emisiones contaminantes. Desde entonces, se han legislado un total de siete hasta la Euro 6, la cual ha dio sufriendo modificaciones y ediciones. La última es la 6e, que obliga a los coches nuevos a tener un motor de combustión interna y otro eléctrico que ayuda al térmico a algunas funciones. Este concepto es conocido como microhíbrido, un sistema que incluye un motor eléctrico y un sistema de regeneración que aprovecha la energía en las frenadas o en las bajadas de pendiente.
El vehículo microhíbrido va ganando protagonismo en la sociedad para conseguir el objetivo de la electrificación en la automoción. Sin embargo, esta legislatura ofrece una alternativa intermedia entre la conducción 100% eléctrica y la convencional con combustión interna.
La actualización de la Euro 6e entrará en vigor el 1 de septiembre de 2023, y los vehículos de nueva matriculación deberán ajustar su tecnología a la norma un año después. Con la Euro 6e se pretende endurecer el modo de medir las emisiones de gases. Trae consigo disminuir los NOx (óxidos de nitrógeno) y las partículas pequeñas. Los valores obtenidos en la conducción WLTP tendrán que cumplirse en la prueba de carretera. La cantidad obtenida puede superar a WLTP en función de un factor de conformidad (CF), que actualmente se encuentran en 1,43. Este número variará a un 1,1 con la Euro 6e.
Básicamente, se pretende reducir los valores límites de emisiones contaminantes que se tienen que cumplir tanto en pruebas de laboratorio como en pruebas de conducción real.
¿Cómo afectará la normativa Euro 6e?
La normativa Euro 6e no especifica ninguna tecnología en concreto para limitar las emisiones de contaminantes. Sin embargo, es un reto para los motores de diésel y motores de gasolina.
Los coches diésel cuentan con dos convertidores catalíticos SCR (reacción catalítica selectiva) con inyección de urea para neutralizar los óxidos de nitrógeno. Esta formado por uno convertidor más pequeño que se calienta más rápido y otro de mayor tamaño para viajes más largos. Con la nueva normativa puede ser necesario precalentar estos convertidores catalíticos SCR. De esta manera, mejoraría la batería y el alternador, lo que se traduce en que no existan diésel sin microhibridación a 48 voltios.
Los motores de gasolina cuentan con filtros de partículas para reducir las emisiones que produce la inyección directa que suelen elegir los fabricantes. Po lo tanto, algunos modelos tendrán que mejorar el tratamiento posterior de los gases y cumplir los distintivos medioambientales.
Las mejoras influirán en una subida de precios de los coches nuevos, esperándose que en los coches de gasolina los costes de mejora sean menores. La normativa Euro 6e se volverá a considerar antes de que llegue la Euro 7 para posiblemente modificar la temperatura estándar a la que se realizan las pruebas en carretera, teniendo que cumplirse de entre 10 grados bajo cero y 40 grados, y en altitudes de entre 1.000 y 2.000 metros.
La antecesora de la Euro 7
La normativa Euro 6e es la transición a la Euro 7. Esta futura legislación apunta a un nivel de exigencia mayor, pudiendo suponer el fin de los coches de combustión en el 2025. Con la introducción de este estándar, la Comisión Europea está estudiando la situación junto con el Grupo Asesor sobre Normas de Emisión de Vehículos (AGVES), que ya ha propuesto una serie de medidas al respecto. Por ejemplo, incluiría una reducción obligatoria de las emisiones de CO (monóxido de carbono) a 100-300 mg/km.
Además, se pretende que la vida útil de un automóvil sea de 15 años y/o 240.000 kilómetros. Para conseguir estas cifras se tendrá que recurrir a una electrificación total de los coches, una medida un tanto compleja teniendo en cuenta la realidad, pues de aquí a 2025 resulta difícil poder contar con el volumen de coches con esas características.
Sin embargo, el contenido definitivo de la Euro 7 todavía está en el aire, algo que mantienen en vilo tanto a los fabricantes de vehículos como a los propietarios de coches diésel y gasolina.
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